El Secretario General de la ONU pidió el martes 1 de octubre un alto el fuego inmediato entre las fuerzas israelíes y los militantes de Hezbolá después de que Israel lanzara una ofensiva terrestre en el sur del Líbano.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, emitió un comunicado en el que afirmaba que el Secretario General de la ONU, António Guterres, estaba «extremadamente preocupado» por la rápida escalada del conflicto.
«La guerra en Líbano debe evitarse a toda costa y la soberanía y la integridad territorial de Líbano deben respetarse», afirmó Dujarric.
Tras reunirse con el Primer Ministro libanés, Najib Mikati, el Secretario General de la ONU afirmó que «todo el sistema de las Naciones Unidas en Líbano está movilizado para ayudar a los necesitados en el país».
Guterres hizo un llamamiento a los donantes de todo el mundo para que presten apoyo urgente a la campaña de ayuda humanitaria de 426 millones de dólares lanzada en Beirut.
Jeanine Hennis-Plasschaert, Coordinadora Especial de la ONU para Líbano, declaró desde Beirut: «Lo que nos temíamos que ha ocurrido, cada cohete y misil disparado, cada bomba lanzada y cada ataque terrestre llevado a cabo, aleja aún más a las partes de la visión establecida en la Resolución 1701 (2006) del Consejo de Seguridad y de las condiciones para el regreso seguro de los civiles a ambos lados de la Línea Azul. Este ciclo de violencia no acabará bien para nadie. Queda un resquicio de oportunidad para que la diplomacia tenga éxito. La cuestión ahora es si esta oportunidad se aprovechará o se desperdiciará».
La Fuerza Provisional de la ONU en Líbano (FINUL), que patrulla la frontera entre Líbano e Israel, autorizada por la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad tras la última guerra entre Líbano e Israel en 2006, afirmó en un comunicado que «el precio de continuar con el curso de acción actual es demasiado alto».
En declaraciones a los periodistas durante la sesión informativa diaria en Nueva York, el portavoz Stéphane Dujarric dijo que había estado en contacto con colegas de la FPNUL que le confirmaron que, a pesar de las intervenciones poco frecuentes de las tropas israelíes al otro lado de la Línea Azul, no continuaba una ocupación a gran escala. Afirmó que las fuerzas de mantenimiento de la paz siguen ocupando todas las bases y puestos de observación a lo largo de la Línea Azul y que todos los países de la región o de más lejos que tengan influencia sobre una o más partes deben utilizar esa influencia para reducir las tensiones en lugar de intensificarlas.
Por último, a la pregunta «¿Pedirá a Israel que abandone los ataques terrestres?», Dujarric respondió: «El Secretario General ha hecho este llamamiento y seguirá haciéndolo. No queremos ver un ataque terrestre de ninguna manera».
Fuente: AA