(SDGTALKING) – La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE. UU. ha advertido de que la temporada de huracanes del Atlántico de 2025 podría ser más intensa que nunca. Se esperan entre 13 y 19 tormentas tropicales con nombre entre junio y noviembre. De ellas, entre 6 y 10 podrían convertirse en huracanes y entre 3 y 5 en huracanes de gran intensidad (categoría 3 o superior).
Los expertos de la NOAA señalan que las temperaturas de la superficie del mar en el Atlántico, que este año se mantendrán por encima de la media, y la ausencia del efecto El Niño crean un entorno propicio para los huracanes. Aunque la agencia prevé menos huracanes que el año pasado, subraya que las previsiones se sitúan por encima de la media a largo plazo.
El cambio climático influye
Según los expertos, el calentamiento global no aumenta el número de tormentas, pero sí su intensidad. Los océanos más cálidos provocan que los huracanes alcancen tierra con vientos más fuertes y lluvias más intensas. Esto aumenta considerablemente el riesgo de inundaciones costeras y riadas repentinas.
Avances tecnológicos en la predicción de huracanes
La NOAA ha anunciado que se han logrado grandes avances en los sistemas de alerta temprana desde el huracán Katrina de 2005. El director del Servicio Meteorológico Nacional, Ken, señaló que, en 2020, las previsiones a cinco días eran tan fiables como las previsiones a tres días, lo que ha permitido mejorar la eficacia de los planes de evacuación. Gracias al «Proyecto de Mejora de la Predicción de Huracanes», aplicado entre 2007 y 2020, la predicción de la trayectoria y la intensidad de los huracanes ha mejorado entre un 40 % y un 45 %, lo que ha supuesto un ahorro de 60 000 millones de dólares.
Los recortes de la era Trump son motivo de preocupación
Sin embargo, los expertos advierten de que la pérdida de personal que ha sufrido la NOAA en los últimos años podría poner en peligro estos avances. Los recortes presupuestarios aplicados durante el segundo mandato del presidente Donald Trump han provocado el despido de cientos de empleados de la agencia.
Científicos estadounidenses han señalado que la NOAA ha reducido sus observaciones atmosféricas básicas, como el lanzamiento de globos sonda, que puestos críticos han quedado vacantes y que muchas oficinas tienen dificultades para trabajar las 24 horas del día. Se ha señalado que, en particular en zonas propensas a los huracanes, como Houston, tres puestos de alto nivel llevan mucho tiempo vacantes.
«Menos datos, peores predicciones»
Matt Lanza, experto en meteorología con sede en Houston, expresó su preocupación: «Los mecanismos que dirigen los huracanes se producen a miles de metros de altura en la atmósfera. Si no se recopilan datos suficientes a esos niveles, las predicciones pueden desviarse considerablemente».
El Dr. Daniel Swain, científico climático de la Universidad de California, afirmó que los recortes en la NOAA podrían afectar negativamente no solo a los Estados Unidos, sino también a las previsiones meteorológicas mundiales: «Necesitamos información de todo el mundo sobre el estado de la atmósfera. La reducción de la capacidad de datos de los Estados Unidos podría afectar al resto del mundo».
NOAA da garantías: «Nuestro compromiso de proteger a la población sigue vigente»
Laura Grimm, directora interina de la NOAA, ha declarado que la agencia cuenta con los mejores científicos y que mantiene su compromiso de proteger a la población. Sin embargo, según los expertos, la falta de personal y las deficiencias en la infraestructura técnica podrían aumentar los riesgos durante la próxima temporada de huracanes.
Nos espera una temporada difícil
Según las últimas previsiones de la NOAA, este año se esperan más de 14 tormentas tropicales en el Atlántico, y al menos tres de ellas podrían convertirse en huracanes violentos. La combinación de condiciones marítimas favorables y la falta de infraestructura podría suponer una grave amenaza para las zonas costeras. Los expertos coinciden en que es necesario tomar medidas preventivas y reforzar los sistemas de recopilación de datos.