(NACIONES UNIDAS) – Bünyamin Sürmeli – En el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, el Coordinador Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Toby Harward, ofreció una conferencia de prensa para evaluar la situación humanitaria en Sudán. El equipo de la ONU llevó a cabo una misión sobre el terreno de dos semanas de duración en Darfur.
“Esta misión tenía dos objetivos: Permitir a la ONU establecer una base permanente a nivel local y cooperar con las autoridades locales”.
Harward declaró que su equipo se reunió con las autoridades locales, ONG, migrantes internos y otras comunidades vulnerables en los distritos de Zalingei y Jebel Marra. El equipo visitó varios campos de desplazados internos en Zalingei y Jebel Marra y analizó la situación de los desplazados internos sobre el terreno.
Harward afirmó que los datos disponibles muestran que más de 300.000 personas han huido de Al Fasher. La situación en la zona es desesperada, dijo Harward, y añadió que los desplazados internos intentan sobrevivir con hojas de árboles, cáscaras de cereales y restos de cacahuetes.
“Muchos desplazados internos viven en chozas de paja llenas de agua y reclaman materiales básicos de cobijo, alimentos, nutrición y suministros médicos”, dijo Harward. Afirmó que 70 migrantes internos vivían en el aula de una escuela de Golo y que se había interrumpido la educación de los niños.
Refiriéndose a algunos acontecimientos positivos, el Sr. Harward dijo que los habitantes de las zonas controladas por el SLA-AW se sentían seguros y que las comunidades de acogida les proporcionaban alimentos con regularidad. También afirmó que proseguían las actividades agrícolas y que esperaban una buena cosecha.
Harward dijo que la ONU había conseguido trasladar más de 320 camiones desde Chad a Darfur en las últimas semanas, pero subrayó que necesitaban más accesos. Señaló que la apertura del paso fronterizo de Adre agilizaría las rutas de acceso y permitiría que la ayuda humanitaria llegara más rápidamente a las poblaciones vulnerables.